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jueves, 10 de junio de 2010

Encuentro Pirata - Primera Parte: Día Lluvioso

El día viernes ya se perfilaba en el Windgurú (esa nefasta página que nos sentencia un buen o mal fin de semana náutico) que la mano venía medio pesada. A decir verdad, medio húmeda.
Igualmente nuestros amigos del Galeón (http://www.elgaleonpirata.net/) ya habían decidido viajar contra viento marea. Serían de la partida (sin orden de jerarquía): el Pastor Joshua, Eltagai-El, Calderone y futura Sra. Al día siguiente se incorporaría Doña Mary Read.
Como era de preveerse el domingo amaneció LLOVIENDO !!!!! (recordaba eso que "no hay sábados sin sol, rubia sin amor y vieja sin dolor"). En este caso, Don Murphy hizo de las suyas como a lo largo de todo este blog: Si tenía que llover un fin de samana en otoño, IBA a ser justamente éste.
Pero, en fin, ya estaba todo dicho, los viajeros en camino y nosotros al encuentro de ellos.
Previamente pasé por la casa de Don Mobi (Diego para los mortales) a conocerlo personalmente !!!!!!!!!! Pueden creer que hacía por lo menos 15 días que veníamos hablando por teléfono y organizando todo (que por supuesto no hicimos nada) y no nos conocíamos físicamente???? Reconozco que la imagen que tenía de él es la misma que en definitiva ví. La de un muchacho cordial, franco y sencillo. Cosas difíciles de encontrar hoy por hoy.
Llegamos casi juntos al Hostel donde estaban alojados los ilustres visitantes y enseguida pegamos buena onda con todos y presagiaba lo que en definitiva fue: un fin de semana inolvidable.
De entrada fuimos a comer pizzas a Flora, un restobar situado de cara al Río Paraná. Confieso que nunca había ido de día, por lo que me había perdido semejante imagen de nuestro río, llamado de entrecasa "Cinta transportadora marrón", en referencia a su briosa correntada.
Como primer y primordial acción se realizó la bendición de las naves rosarinas bajo el manto de San Josue del Gran Yacamar, patrono de los navegantes ebrios y etece, etece.
A cargo del Pastor José, desenrajó una catarata de risas al tiempo de entregar los gallardetes gentilmente enviados por Don Corleone y por supuesto la entrega de las estampitas "protectoras".
Como parecía que nadie quería terminar la charla, decidimos, invitación de Marcelo (Zorro1) mediante, ir a tomar el café al Club de Velas Rosario. Allí, nuevamente con vista al río, dimos dos vueltas de café y contamos anécdotas que nunca se terminaron.
De allí surgió el "remo" de Diego Mobi, el té rojo de la Calderona, la pastafrola del suscripto. Y la interminable lluvia.
Pero teníamos un as debajo de la manga: se estaba empezando a levantar viento del SO. Los que poco sabemos, conocemos que este viento "limpia", cosa que fue confirmado al día siguiente.
Cuando ya casi nos "echaban" del club, pasamos por el RRC (Rosario Rowing Club), sitio de guarda del SSI Grand Rustigne, para reservar el quincho y darnos una panzada de quesos, salames, salamines y otros comestibles, finamente regado con vino y gaseosas. Ideal para hipertensos e hipercolesterolémicos.
Lamentablemente los tuve que dejar a las 02 de la mañana por razones laborales pero se levantaron conmigo y en fila india nos fuimos cantando bajito, con la garúa acariciándonos. Quise preguntarles si la habían pasado bien, pero sus rostros no me dejaron lugar a dudas.
Quedamos que al día siguiente nos encontraríamos al mediodía en el Club si había buen tiempo. Hasta esa hora estaba lloviznando. Quedaba la esperanza del viento de SO . . .