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viernes, 31 de julio de 2009

Salimos a probar el motor

Bueno, el frío nos ha permitido salir a probar el motor luego de la reparación. El día se presentó muy frio y nublado, con vientos del Este-Sudeste a un máximo de 9 knts, pero como San Windgurú decía que iba a mejorar, nos hicimos al agua. De hecho se fue despejando al rotar el viento al sudeste, apareciendo el sol.
Pusimos proa al viento, izamos la mayor y luego la genoa. Empezamos a movernos con viento de traves y a veces de aleta (estaba cambiante). Mi idea era ir al norte hasta el puente Rosario - Victoria, pero estaba timoneando Daniel (foto) y entonces él decidió donde ir . . .
Cuando llegamos a la costa entrerriana se le ocurrió poner proa al SO. El viento venía de traves, con una escora considerable (para mi gusto) y de algún lado vino una rafaga de viento que tornó la escora muy incómoda al punto que llegó al botazo y parte del salvavidas reglamentario se hundió en el legendario Paraná, junto con mis ganas de navegar a vela por hoy.
Sí señoras y señores, me agarró pánico, estaba distraido y no esperaba esa ráfaga de viento.
Retomando el control del barco, prendí el motorcito recién reparado y con la excusa de "probarlo" bajé las velas y a motor !!!!!!!!!
Nos fondeamos en la costa entreriana, frente a Rosario, charlamos acerca de los motivos de la escora (les dije que NO soy un eximio navegante??????).
Por supuesto que no faltó el mate (amargo, siempre amargo) con una buena ración de pan casero que gentilmente nos había preparado la Almiranta.
Las fotos que acompañan este post corresponden a ese momento de ocio, que coincidió con el planchado del río y la merma del viento (ley de Murphy, obvio).
Como bien lo dijo Windguru, Febo asomó y el mismo viento que casi nos hizo sosobrar, también se llevó las nubes del cielo rosarino.
La sumatoria del rico pan, la charla amena y FM Millenium que estaba pasando una música increiblemente linda hizo de ese momento, un rato de tranquilidad sublime.
En ese momento se me ocurrió entrar a ver si todo estaba en orden. El resultado estaba a la vista, muchas cosas en el suelo testimoniaban lo bravo de la escorada. (quiero resaltar que seguramente ha sido una escorada normal, pero para mi experiencia fue la escorada de mi vida; les dije que NO soy un eximio navegante??????).
El resto fue sin inconvenientes, el amarre fue impecable, dejamos (aramos dijo el mosquito) todo en condiciones para una nueva experiencia vaya uno a saber cuándo.
Les dije que no soy un eximio navegante???? No lo soy, pero estoy en camino . . .



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