Hoy es fue una de esas tardes que no se dan a menudo en invierno. La temperatura tenía un pronóstico de llegar a 24 ºC pero era ya las 14 horas y ya estaba rondando los 26ºC. A eso le sumamos que la altura del río fue de 2,90 mts. Muy por encima del histórico 1,05 mts del verano que frustró muchas salidas de los veleros por estar varados en las guarderías.A esta fiesta para el cuerpo se le sumó un cielo diáfano y un lindo vientito del Norte.
Salimos entonces de la amarra, pusimos proa al viento y comenzamos a izar las velas, primero la mayor y luego la genoa. Tuve una duda antes de zarpar: izar genoa o foque, dado
que el viento parecía mayor (el que se quema con leche ve una vaca y sale corriendo, no?). Por suerte la decisión fue correcta (genoa) y mayor sin rizos.Cruzamos el río recibiendo el viento por estribor, lo que nos dió una velocidad interesante. La correntada nos llevó río abajo, pero nada del otro mundo. Como siempre nos fondeamos un rato para tomar unos verdes (amargos, siempre amargos !!!!!!), mates para hombres (?).
Párrafo aparte: hay quienes dicen que el verdadero mate es el amargo, porque así lo tomaban los gauchos. Verso total !!!!!, los gauchos NO le ponían azúcar porque era cara en esos
momentos y generalmente el gaucho no se caracterizaba por andar con mucho dinero. Así que señores, para qué vamos a sufrir esos mates amargos que le destruyen el estómago, tomemos mate con azúcar.Luego la tarde comenzó a caer y con ella el viento, el río se planchó y no nos quedó otra que poner el motor.
En la foto está Daniel (ya lo conocen del otro post, algún día le voy a dedicar uno para él) timoneando mientras guardo la genoa al tiempo de disfrutar la navegación desde la proa.
Aproveché además para sacar una foto del único velero que nos estaba acompañando y que disfrutó el poco viento que había izando el spinnaker (cosa que todavía no me animo). El amarre fue impecable y por suerte hoy disfruté de la navegación. Lástima, como siempre, nos apremia el tiempo dado que el sol cae muy rápido por estos lares y con ello nuestra oportunidad de seguir navegando.
